En esta ocasión quiero presentar a un poeta madrileño que conocí a través de las redes sociales. José Huete García es un escritor con muchos seguidores, sus poemarios harán historia en la literatura, estoy segura.
Hace un par de años lo animé para que publicara un libro y no fui la única. José tiene horda de seguidores. Y, de hecho, publicó más de uno. Bueno, no sólo eso, sino que me concedió el honor de prologar “Las Pestañas del Girasol”, por eso creo que con que lean ese prólogo, otro comentario más sobre su poesía, así algunos poemas que el mismo ha elegido, hoy tendrán una noción bastante acabada de las emociones que levanta este artesano de la palabra.
Prólogo para el libro de José Huete “Las Pestañas Del Girasol”
Más que prologar estoy festejando el segundo poemario de un poeta muy versátil, hábil en el lenguaje sensual, amoroso, de una creatividad inagotable y sutil. Me place presentar a un poeta que maneja la palabra con tal contundente destreza que seduce al público más variado, haciendo de la lectura de sus poemas un regodeo que lleva a desear más.
Internarse en este nuevo libro de José Huete es atreverse a lanzarse al otro lado de un espejo propio y universal de la intimidad y la pasión.
El autor de “Las pestañas del Girasol” se presenta, en su segundo poemario con una imagen honesta y descarnada de sí mismo… ”soy el girasol ciego / Sin su día de soles”, con sus anhelos y melancolías… “De tu nombre tengo llenos los labios, / De tus ojos un vacío en los míos, / De tus manos una huella petrificada, / Un gélido manto de rocío / Desde que mi piel abandonaron.”; con sus frustraciones: “Me duelen los labios de tanto llamarte”; con súplicas románticas: “Sé la ola que viene despacio” o “Permíteme que sueñe con tu boca” y con la gama multi-cromática de sentimientos con los que todo escritor sensible quiere ungir sus letras al arribar a la madurez literaria.
Huete significa un desafío a nuestras defensas y tapujos, no podemos leerlo sin sentirnos identificados, sin derribar paredes de ostracismo y de alejamiento de nuestro ser. Él toca las almas y las materializa en hechizos de amor ardiente, en melancólicos paseos de ternura eterna. Él pulveriza cuerpos anquilosados en la rutina y los convierte en bailarines frenéticos del deseo y de la pasión.
Sin duda nadie queda igual después de haber transitado la odisea que el poeta nos plantea, donde los dioses del amor y la muerte se confabulan en esta creación auténtica, excelsa, una expresión de legítima belleza literaria que libera un corazón perceptivo lleno de sensualidad, erotismo, espiritualidad, belleza y sinceridad.
Es, también, un himno a la mujer a quien espera e idealiza, con respeto, admiración y –en ocasiones- con amargura, otorgándole poderes sobre sí mismo: “Ondularás la rigidez de mi pensamiento”… “Y ser humano me titulaste.” “Me prometiste el honor y la gloria / Rey me nombraste,”
Es una revelación de las emociones que corren por “ese estrecho sendero de la pasión que no acepta término medio / y elige derramarse hasta la misma puerta del infierno!”
Sería imposible, desde esta perspectiva, dar explicaciones sobre la entelequia forjada en una subjetividad esencial que Huete maneja con total libertad y ofrece, por lo tanto, esa autonomía a cada leyente para que lo perciba a su modo de pensar, entendido así, es, también, una invitación a desnudar el alma y develar la complejidad de nuestras ideas, inquietudes y anhelos. Es imposible atraparlo en conceptos preconcebidos cuando surge en el poeta “Ese grito indómito y rebelde. / Antítesis de la palabra domada…”
Personalmente, sus poemas me tocan más allá de las palabras, para internarme en ellos debí despojarme de mi personalidad y leerlos desde la inocencia y romanticismo enterrados, por la vida y sus circunstancias, hace muchas lunas, despertando aquello profundamente enmascarado en mi personalidad.
No quería inducirlos a la lectura de esta joyita literaria, sino más bien advertirles que “No me pidas un diccionario bien ordenado / Ni unos veros bien conceptuados”, hay sorpresas y misterios develados y a revelar, tal vez parezcan contradicciones para algunos, otros seguramente estarán embelesados con las afirmaciones de un escritor profundo e incisivo: “Que sólo en la más pura luz / Se encuentra el camino / Del lado oscuro del deseo.”
Queda a vuestra licencia penetrar en el intenso cosmos Huete, donde el viaje tiene sus vericuetos y el camino “a veces es de tierra y espinos / y a veces un trazo en el asfalto.” Quien se atreva podrán descansar al final del viaje “A la sombra prudente / Del pino desgarbado / Amparo de los besos / Con aroma de resina”…
Allí nos encontramos.
Mónica Ivulich, Mayo de 2013
Internarse en este nuevo libro de José Huete es atreverse a lanzarse al otro lado de un espejo propio y universal de la intimidad y la pasión.
El autor de “Las pestañas del Girasol” se presenta, en su segundo poemario con una imagen honesta y descarnada de sí mismo… ”soy el girasol ciego / Sin su día de soles”, con sus anhelos y melancolías… “De tu nombre tengo llenos los labios, / De tus ojos un vacío en los míos, / De tus manos una huella petrificada, / Un gélido manto de rocío / Desde que mi piel abandonaron.”; con sus frustraciones: “Me duelen los labios de tanto llamarte”; con súplicas románticas: “Sé la ola que viene despacio” o “Permíteme que sueñe con tu boca” y con la gama multi-cromática de sentimientos con los que todo escritor sensible quiere ungir sus letras al arribar a la madurez literaria.
Huete significa un desafío a nuestras defensas y tapujos, no podemos leerlo sin sentirnos identificados, sin derribar paredes de ostracismo y de alejamiento de nuestro ser. Él toca las almas y las materializa en hechizos de amor ardiente, en melancólicos paseos de ternura eterna. Él pulveriza cuerpos anquilosados en la rutina y los convierte en bailarines frenéticos del deseo y de la pasión.
Sin duda nadie queda igual después de haber transitado la odisea que el poeta nos plantea, donde los dioses del amor y la muerte se confabulan en esta creación auténtica, excelsa, una expresión de legítima belleza literaria que libera un corazón perceptivo lleno de sensualidad, erotismo, espiritualidad, belleza y sinceridad.
Es, también, un himno a la mujer a quien espera e idealiza, con respeto, admiración y –en ocasiones- con amargura, otorgándole poderes sobre sí mismo: “Ondularás la rigidez de mi pensamiento”… “Y ser humano me titulaste.” “Me prometiste el honor y la gloria / Rey me nombraste,”
Es una revelación de las emociones que corren por “ese estrecho sendero de la pasión que no acepta término medio / y elige derramarse hasta la misma puerta del infierno!”
Sería imposible, desde esta perspectiva, dar explicaciones sobre la entelequia forjada en una subjetividad esencial que Huete maneja con total libertad y ofrece, por lo tanto, esa autonomía a cada leyente para que lo perciba a su modo de pensar, entendido así, es, también, una invitación a desnudar el alma y develar la complejidad de nuestras ideas, inquietudes y anhelos. Es imposible atraparlo en conceptos preconcebidos cuando surge en el poeta “Ese grito indómito y rebelde. / Antítesis de la palabra domada…”
Personalmente, sus poemas me tocan más allá de las palabras, para internarme en ellos debí despojarme de mi personalidad y leerlos desde la inocencia y romanticismo enterrados, por la vida y sus circunstancias, hace muchas lunas, despertando aquello profundamente enmascarado en mi personalidad.
No quería inducirlos a la lectura de esta joyita literaria, sino más bien advertirles que “No me pidas un diccionario bien ordenado / Ni unos veros bien conceptuados”, hay sorpresas y misterios develados y a revelar, tal vez parezcan contradicciones para algunos, otros seguramente estarán embelesados con las afirmaciones de un escritor profundo e incisivo: “Que sólo en la más pura luz / Se encuentra el camino / Del lado oscuro del deseo.”
Queda a vuestra licencia penetrar en el intenso cosmos Huete, donde el viaje tiene sus vericuetos y el camino “a veces es de tierra y espinos / y a veces un trazo en el asfalto.” Quien se atreva podrán descansar al final del viaje “A la sombra prudente / Del pino desgarbado / Amparo de los besos / Con aroma de resina”…
Allí nos encontramos.
Mónica Ivulich, Mayo de 2013
BIOGRAFÍA
José Manuel Huete García, nació en Madrid en 1946, en su infancia pasó largas temporadas en la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial donde su padre estaba destinado. Estudió bachillerato en el colegio de San José en Villafranca de los Barros (Badajoz) y en el colegio San Estanislao de Kostka de El Paro (Málaga). Posteriormente realizó sus estudios de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Una vez terminado sus estudios fijó su residencia en Barcelona donde permaneció hasta el año 2003, en ese año volvió a Madrid y finalmente fijó su residencia en Icod de los Vinos en Tenerife (Islas Canarias).
Desde su juventud sintió la necesidad de expresar mediante la poesía su mundo interior, pero no fue hasta que se jubiló debido a una grave afección ocular que a partir de 2010 se dedicó a tiempo completo. En este tiempo ha publicado en varias revistas, una antología poética editada en USA junto con otros ocho conocidos poetas, su título “Espíritus poéticos”, posteriormente ha publicado tres poemarios: “Passion Ata” con la editorial La Iguana (Argentina), en 2012. Al siguiente año, 2013, “Las Pestañas del Girasol” con la editorial Seleer (España) y por último en 2014, en edición digital, el poemario “Cerca de mí”. En 2013 obtuvo el segundo premio en el “Certamen poético de Laia Internacional”.
Actualmente publica en su blog Pasionata y en su página de poesía de Facebook.
Desde su juventud sintió la necesidad de expresar mediante la poesía su mundo interior, pero no fue hasta que se jubiló debido a una grave afección ocular que a partir de 2010 se dedicó a tiempo completo. En este tiempo ha publicado en varias revistas, una antología poética editada en USA junto con otros ocho conocidos poetas, su título “Espíritus poéticos”, posteriormente ha publicado tres poemarios: “Passion Ata” con la editorial La Iguana (Argentina), en 2012. Al siguiente año, 2013, “Las Pestañas del Girasol” con la editorial Seleer (España) y por último en 2014, en edición digital, el poemario “Cerca de mí”. En 2013 obtuvo el segundo premio en el “Certamen poético de Laia Internacional”.
Actualmente publica en su blog Pasionata y en su página de poesía de Facebook.
Prólogo para “A un paso de mi sentimiento” de José Huete García, escrito por Doris Melo Mendoza.
Polifonía de voces que se resisten… al encuentro de múltiples mundos en una conciencia poética: en el libro A un paso de mi sentimiento de José Huete García.
La producción poética de José Huete García, está recogida particularmente , en la antología titulada Espiritus poéticos del 2011 y dos poemarios; Passionata del 2012 y Las pestañas del Girasol del 2013 .
Huete García, condensa el tema central de su poética entre la soledad el vacío, la tristeza perenne, la oscuridad y el entorno vital y lo social circundante. Conflicto agravado por su personalidad rebelde e inquieta , que se resiste a su devenir en una lucha constante. Su poética se inscribe por decirlo así, en el ámbito de la poesía pura que se manifiesta como un torrente de voces, unas veces angustiadas y otras en absoluto reposo. Colmada de ideas sensoriales y digamos pensamientos de una conciencia cercana a lo espiritual , a lo místico. El hablante lírico de estos versos de Huete García, aunque a distancias del surrealismo y la metafísica, el hablante de los versos en este poemario, conversa con ellos.
Su poesía se inicia en un camino muy personal y se va desgranando en una lluvia apasionada de voces que buscan atisbos y no encuentran en una soledad desolada. Desgarrada, de apasionada intimidad. Tal y como se puede apreciar desde el inicio del poemario en el que lleva por título A brochazos:
Huete García, condensa el tema central de su poética entre la soledad el vacío, la tristeza perenne, la oscuridad y el entorno vital y lo social circundante. Conflicto agravado por su personalidad rebelde e inquieta , que se resiste a su devenir en una lucha constante. Su poética se inscribe por decirlo así, en el ámbito de la poesía pura que se manifiesta como un torrente de voces, unas veces angustiadas y otras en absoluto reposo. Colmada de ideas sensoriales y digamos pensamientos de una conciencia cercana a lo espiritual , a lo místico. El hablante lírico de estos versos de Huete García, aunque a distancias del surrealismo y la metafísica, el hablante de los versos en este poemario, conversa con ellos.
Su poesía se inicia en un camino muy personal y se va desgranando en una lluvia apasionada de voces que buscan atisbos y no encuentran en una soledad desolada. Desgarrada, de apasionada intimidad. Tal y como se puede apreciar desde el inicio del poemario en el que lleva por título A brochazos:
En este silencio
de obligado cumplimiento,
de días que transcurren lentos,
por mis arterias
se agolpan los sentimientos,
en un bullir de sangre
casi sólida
que ya no cabe
de tanto acallar el deseo.
de obligado cumplimiento,
de días que transcurren lentos,
por mis arterias
se agolpan los sentimientos,
en un bullir de sangre
casi sólida
que ya no cabe
de tanto acallar el deseo.
La poesía de Huete García, es una de profunda sobriedad, alejada de lo superficial. Es una poesía fuera del tiempo. Es el dolorido sentir de un hablante lírico, inquieto. Su poesía como la de grandes poetas clásicos que corresponden al romanticismo español y modernistas, expresa emociones intensas y de plena autenticidad de insuperable fuerza lírica.
Como podemos apreciar en el poema titulado A las doce de tu norte:
Algo me impide
volver a darle cuerda al reloj
que necesito,
para anudarme a esta tarde
amodorrada y triste.
….. No es el vuelo de la cometa
que atado me tiene
al onírico aire sin dueño
cuando mis brazos añoran tu talle.
Como podemos apreciar en el poema titulado A las doce de tu norte:
Algo me impide
volver a darle cuerda al reloj
que necesito,
para anudarme a esta tarde
amodorrada y triste.
….. No es el vuelo de la cometa
que atado me tiene
al onírico aire sin dueño
cuando mis brazos añoran tu talle.
En cuanto al lenguaje de sus versos, Huete García, se caracteriza por un derroche de elegancia, unido a una conciencia que se deshace suavemente dejando escapar una profunda tristeza ante la oscuridad que constantemente le amenaza.
Veamos como lo expresa en Asomada a tu ventana:
Veamos como lo expresa en Asomada a tu ventana:
Hay una tristeza
que entibia secreta tu mirada.
Es la antigua
como la raíz de la tierra
es larga y se agarra
como una enredadera.
….Hay una brisa fresca
que se agita
traviesa en tus caderas
sinfonía para guitarra
cuando tormentas arrasan
tu fronda de palmera.
Por otro lado podemos destacar que su poesía posee el toque de serenidad necesario que comunica al lector, en un ritmo pausado, y de profundo sentimiento melancólico, el cual aparece colándose en la endidura de sus versos. Su doliente realidad es la que se eleva en resonancias cósmicas. Como se destaca en el poema Cobardía:
Para ti,
Desconocida dama del alba,
que silenciosa esperas
encontrarnos en la palabra,
en el último vuelo de la luciérnaga,
en el primer canto del gallo,
en la transparencia del agua,
en la opaca sequedad de la tierra,
en el grito fugaz trasluz
de una mirada.
Para ti,
que te siento desnudarme el alma,
acechar mis suspiros en el aire,
abrir las puertas que me amparan,
buscar las grietas de mis sueños.
….apoderarte sin permiso de la fe infecunda
que trastabilla del miedo
cuando asomas cada mañana.
Jose en su juventud |
Su poesía como bien he mencionado antes, es una de atisbos románticos, cuyos temas más sobresalientes son la soledad, el deseo de un mundo habitable y sobre todo el amor exaltado o insatisfecho. Como se puede ver en el poema El sueño de la realidad soñada.
Si pudiera …
Soñarte una sola vez despierto,
Incrustarme en el azabache de tu mirada,
Y quedarme ahí tan quieto
Hasta que una lágrima me expulse
Otra vez al desierto.
Soñarte una sola vez despierto,
Incrustarme en el azabache de tu mirada,
Y quedarme ahí tan quieto
Hasta que una lágrima me expulse
Otra vez al desierto.
La imaginación, en sus acciones vivas, nos desprende a la vez del pasado y de la realidad. Se abre ,en el porvenir, a la. función de lo real, instruida por el pasado, tal como la desprende la psicología clásica, como cuando apunta en el poema
El transito a tu esencia.
…Voy recogiendo una a una
las gotas de salitre
que de tus párpados se desprenden ,
las guardo con cuidado
en el procreador vientre de una nube
para que mis desiertos fecunden
Gastón Bachelard en La poética del espacio, afirma que nos reconfortamos reviviendo recuerdos de protección. Algo cerrado debe guardar a los recuerdos dejándoles sus valores de imágenes. Tal y como lo expresa el hablante lírico de los versos del poema En el Rincon del alma.
Si he de cerrar la puerta ,
que sea contigo dentro,
… en tus manos
un hato de leña
en tus pies un tango amarrado
….no traigas tus zapatos
embarrados de tristezas,
ni cisnes que chapoteen en los charcos.
ImEn la poesía de Huete García siempre me ha parecido extraordinario el acercamiento de sus diálogos a las altas esferas, a lo místico, a lo imperecedero de esa voz que dialoga, él hablante de sus versos. Para ello nos lleva de la mano en un viaje hacia el interior hacia ese universo de extraños mundos casí siempre oscuros. Mundos internos que pernoctan en todos sus libros .De esta manera el poeta, confronta su realidad externa con la interna. Camina por parajes sin tiempo en estrechas avenidas, en silencio. Silencio, que transita en cada uno de sus poemas y que son quizás el atisbo para entrampar con esa realidad que no lo es. Porque el poeta vive fuera del tiempo…
El silencio permanece dueño indiscutible del encuentro de esa voz interna y somete a su dominio la totalidad de las palabras. Como en el poema Implorando.
Mienten las palabras lanzadas al aire,
no son suspiros que vuelen insurgentes,
ni heridas liberadas del supurar de la mente,
son las átonas campanadas
de los santuarios donde reza el silencio
crédulo e impasible en la espera paciente.
Como también podemos escuchar esa voz lírica en
navegante de un sueño.
Entre las sombras negras
que entenebrecen mis párpados
insomnes,
y ese mar silencioso
que con alevosía
se aleja del horizonte,
donde en su línea firme
averigué el azar de la distancia.
Esta noche cuando te amé ,
fui encendiendo los luceros
vistiendo de gala a las olas,
y en la playa del tiempo
donde se nos morían las horas
soñó eternidades una caracola.
En graffitis el hablante expresa abiertamente su sentir por esa otredad :
Llenaré sin verguenza
de graffitis mis paredes,
para que todo el mundo pueda leer
que de mi locura eres dueña,
…dibujaré un corazón torturado
y una paloma blanca ,
el grito ahogado de la espera,
y el orgasmo de la azucena
que se expande más allá de las estrellas.
Toda imagen y su grandeza tiene un fondo onírico insondable y sobre ese fondo es el pasado personal de la voz que transita en estos versos tan bien condensados, de este hablante lírico que muestra sus colores peculiares. Por medio de ellos descubre quizás sus raíces más allá de los mundos tangibles que pululan en su memoria.
Cuando nos encontramos con poetas como José Huete García, son muchas las interrogantes que se quedan en el aire; indudablemente él, es un privilegiado, como ya he dicho antes es un poeta en estado puro, con una gran frescura, sin formalismos ni escuelas . Se trata de una nueva propuesta poética. Un verso breve y libre, de una fuerza propia y vital que nos invita a leer y disfrutar desde este espacio en el que muchos lo hemos conocido a través de la red. En donde hemos cultivado una sincera amistad incondicional.
Es la obra de José Huete García, hacedor de palabras, sentimientos, pensamientos, versos y verbo con los que ilumina cada uno de sus poemas, para acercarnos a su propio ser y dialogar íntimamente con nuestra propia conciencia. Lo cual a su vez nos permite adentrarnos en sus propios sentimientos provocando la catarsis y nos aunamos en esos sentimientos.
La opinión final de este maravilloso texto la dejo a discreción y reconocimiento de un estilo muy personal , que el lector se encuentre frente a un espejo y que interpretará los silencios entre cada uno de estos versos, entre cada poesía particular. El libro es uno muy bien logrado. La despedida es un buen augurio para el libro de mi amigo entrañable José Huete García quien depositó su confianza en mi visión como poeta y amiga. Mi admiración y respeto a la constancia de un trabajo arduo y disciplinado.
Doris Melo Mendoza.
Es la obra de José Huete García, hacedor de palabras, sentimientos, pensamientos, versos y verbo con los que ilumina cada uno de sus poemas, para acercarnos a su propio ser y dialogar íntimamente con nuestra propia conciencia. Lo cual a su vez nos permite adentrarnos en sus propios sentimientos provocando la catarsis y nos aunamos en esos sentimientos.
La opinión final de este maravilloso texto la dejo a discreción y reconocimiento de un estilo muy personal , que el lector se encuentre frente a un espejo y que interpretará los silencios entre cada uno de estos versos, entre cada poesía particular. El libro es uno muy bien logrado. La despedida es un buen augurio para el libro de mi amigo entrañable José Huete García quien depositó su confianza en mi visión como poeta y amiga. Mi admiración y respeto a la constancia de un trabajo arduo y disciplinado.
Doris Melo Mendoza.
POEMAS SELECCIONADOS POR JOSE HUETE GARCIA:
HOY QUEDA EL SILENCIO
Hoy
no consigo escuchar
las pisadas del tiempo
Otras veces
tan escandalosas
Tan llenas de melodías
de la amapola
gritando
su fe libertaria
De la guitarra entregada
al lamento
de un alma desgarrada
Hoy
tiene el tono neutro
del silencio
de la piel fría
enredada a la nada
Del amor apóstata
que sin piedad
reniega de un te quiero
Que ayer
con urgencia
trepidaba en el viento
tiene el tono neutro
del silencio
de la piel fría
enredada a la nada
Del amor apóstata
que sin piedad
reniega de un te quiero
Que ayer
con urgencia
trepidaba en el viento
Nos quedaremos solos
tu con tu empeño
de iniciar
otro vuelo
Yo con este silencio
que me esquilma
la palabra
Que me llena del veneno
de esos versos
que mueren por dentro
tu con tu empeño
de iniciar
otro vuelo
Yo con este silencio
que me esquilma
la palabra
Que me llena del veneno
de esos versos
que mueren por dentro
(José M. Huete García. Diciembre 2014)
A LA ORILLA
Qué solitaria la playa
que seca la arena
Cuando las olas
son el tiempo
que no regresa
La callada huella
de un beso
que volaba incesante
como el hambre
de una gaviota
Que amargo el salitre
que cristaliza
en los labios
Cuando la pasión
es solo efímera espuma
ahíta de arena
Que silencio
cuando gimen las olas
una tras otra
Y en la orilla
ya no hay un regazo
que las acoja
Se marchitan los corales
se quedan solas
las dunas
en postales de soledades
Y en el aire
un árido suspiro de mar
que ya no te trae
(José M. Huete García. Diciembre 2014)
Me has dejado temblando amiga mía Yo no soy consciente de todo eso, ya lo sabes. Pero mi infinito agradecimiento. No sabes como me animas a seguir en estos momentos. Un enorm abrazo.
ResponderEliminarJose Manuel estoy maravillada como escribes.No te rindas nunca y continua
EliminarHermoso todo lo que hablas de José Huete,Mi admirado Poeta....Que Dios te Bendiga por tener este Blog,y poder leer tanta Belleza de estos grandes Poetas..
ResponderEliminarExcelente descripción de un maestro supremo de las letras eso es mi respetado y admirado amigo José Huete García. Sus obras hablan por si solas... Honor a quien honor merece. Felicidades Poeta!!!
ResponderEliminarUn hermoso, emotivo y justo reconocimiento a la obra de un poeta, alguien a quien le sobran los versos para plasmar sentimientos, que de otra manera la vida no le ha permitido mostrar. Has desarropado capa tras capa a este poeta, hasta llegar al fondo del ser humano, a su alma. Nos has llevado de la mano en tu disertación para aprender a llegar más allá de las letras, a conocer el centro de donde nace tan admirada poesía, donde nace pura poesía, al corazón del poeta...Aplaudo al poeta y aplaudo tu noble trabajo...
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