Otra vez
el escritor Javier
L. García Moreno nos entrega una obra de su autoría para deleitarnos y
sorprendernos con un abanico de entuertos y de formas en que el amor se puede
hacer presente en nuestras vidas:
un amor adolescente y pasional que lleva a sus
peores consecuencias, un amor desinteresado como el de Jankin que se mezcla con
su deseo de venganza, un amor tétrico y condenado como el del príncipe, el amor
filial tan entregado, tan intrépido y desgarrador como sublime en varios
aspectos… amores perjudiciales, amores indiferentes, entre otros.
En un
marco dramático, lúgubre y romántico se desenvuelve la historia que relata
varias otras biografías y leyendas, con aciertos indiscutibles como la madre
adoptiva del príncipe y del niño eterno (hermanos de lactancia), el lago con el
único resquicio de luz solar en toda la comarca y una torre donde la luna brilla
permanentemente llena (para nombrar algunos).
Por
momentos, el relato nos transporta por el camino de la belleza pasional de una
relación que, aunque equívoca y funesta es de inigualable entrega amorosa -de
la damisela hacia su amado príncipe- y una seducción irresistible -ejercida por
el príncipe de Lentiscar hasta sus últimas consecuencias- baste citar:
“¡Oh,
y qué besos más ardientes, en los que los labios del príncipe
dejaban
marcas de sangre por toda su nívea piel, como pétalos
de
rosa florecida, conforme se deslizaba por su faz, por las finas
curvas
de su piel y su palpitante sien!”
La
conciencia que tiene el príncipe antes de morir puede llegar a redimirlo, pero
no a salvarlo y eso da un poco de justicia en esta trama de protagonistas
peculiares.
Muchos de
los personajes nos recuerdan a los de otras novelas, pero, esta vez,
conoceremos su forma de pensar y sentir desde su intimidad, pues los veremos confesando
sus anhelos y sus contradicciones desde sus puntos de vista y sentir. Otros caracteres
son sorprendentes y si, en un comienzo, parecían colaterales, hacia el final
entenderemos el verdadero protagonismo que el destino y los giros de la novela
les depara.
El
desenlace y la forma en que salvan la vida padre e hija deja pensando en un
futuro no solo para ellos, sino para la familia y los súbditos de ese reino.
A la vez,
el final hace pensar en una saga para la que debemos prepararnos.
Hasta
aquí mi parecer, me resta agradecer al autor por darme la oportunidad de entrar
nuevamente en sus letras donde se esconde su corazón tierno y anhelante de
escritor; les dejo la tarea de recrearse en esta nueva entrega de Javier L.
García Moreno que, para los amantes de la novela negra será un título singular
en la colección y para los que no suelen optar por esta clase de ficciones
puede resultar una sorpresa grata.
Mónica Ivulich
DR2016It
Para
saber más sobre este autor, vida y obra, puedes pulsar este enlace http://creacionytalentos.blogspot.it/2015/10/javier-luis-garcia-moreno-economista-y.html
y ver un artículo anterior sobre el en el blog.
PREFACIO de “El Príncipe de Lentiscar”
por Javier L. García
Cuando empecé a escribir esta novela, a modo de
ensayo, desde
las primeras páginas supe que debía dejar, suspendidas
y aparcadas,
todas las demás obras a medio escribir e inconclusas,
que llevaba
en ese momento en liza, principios de 2015.
Esta novela surgió, por definirlo de algún modo, como
un experimento
literario. Cautivado por la lectura reciente de
grandes
clásicos de la literatura romántica y gótica del siglo
decimonónico,
como Bram Stoker, Mary Shelley, H.P. Lovecraft, Julio
Verne o
Louis Stevenson, por citar algunos, a la que me
entregué fervientemente
en mi escaso tiempo libre, decidí que… ¿Por qué no? Yo
también podía, y de hecho me apetecía, sumergirme en
la incierta
y arriesgada empresa de engendrar una novela empapada
de esos
rasgos románticos, apasionados y lúgubres, que
caracterizan este
tipo de género literario, y que toman, como fuente de
inspiración,
los siempre tan oscuros pero atrayentes tiempos del
Medievo.
Una corriente literaria que describiría como
desgarrada, fantástica,
misteriosa, hechizante como pocas, y cuya magia y
encanto
pervive e incluso se aviva a pesar del transcurso de
los siglos.
Mis relatos y novelas, hasta este “El Príncipe de
Lentiscar” que
tenéis ahora en vuestras manos, se habían esmerado en
crear tramas
e intrigas ambientadas en estos tiempos actuales.
En describir personajes ambiguos, frívolos, algunos
vacíos o sucios
de alma y de personalidad tan compleja como, en
ocasiones,
bipolares. Sin una moralidad definible o cimentada,
coqueteando
siempre entre la frontera del bien y el mal, empujados
por el mero
materialismo, la pura conveniencia o el deleite del
momento presente.
Me había esforzado en recrear amores y pasiones
superficiales,
siempre cambiantes y oscilantes. Algo característico a
esta sociedad
actual en la cual todo muda, donde la vida se
desarrolla trepidante,
apegada a lo superficial y efímero, y en la que las
tecnologías se
transforman a velocidad vertiginosa, abocándonos a
esta Era de la
comunicación y las redes sociales en la que nos
encontramos.
Esta es una época donde nunca se ama de verdad y sólo
por
conveniencia. Donde el egoísmo individual es el eje
que dirige a las
personas hacia su propio interés y, por ende, gobierna
un mundo
que no sabe sentir, compartir ni amar. La falta de
ideales y valores
es, ciertamente, la única fe que se profesa con
sinceridad y pasión,
en esta sociedad agnóstica e incrédula.
Considero que uno de los pilares de mi estilo
literario es la de
retratar paisajes, personajes complejos,
asombrosamente reales, caricaturizándolos en ocasiones y empujándolos hacia
situaciones extremas
para avivar el interés del lector. Estos personajes se
enredan
en tramas e intrigas, ambientadas en este siglo XXI y
que parecen
insólitamente verdaderas, a la vez que fantásticas y
trepidantes.
Mi anterior y primera novela, “El Colgante”, creo que
refleja
fidedignamente este estilo al que me refiero, con la
especial particularidad,
además, de estar ambientada en mi querida tierra, en
sus paisajes, pueblos y ciudades.
Sin embargo, mi alma literaria anhelaba y necesitaba
escribir
algo muy diferente en esta ocasión.
Por eso, esta novela se ambienta en aquellos tiempos
remotos
de la Edad Media, en paisajes fantásticos y castillos
terroríficos.
En esos lejanos siglos que, para muchos, desde la
perspectiva de
la lejanía temporal, están envueltos en un aura de
misterio y de
extraordinario romanticismo, vibrante, verdadero y
auténtico.
La vida en aquellos tiempos era dura y breve. El amor,
la muerte,
la vida, la fe. Entonces se amaba intensamente, con
una clase de
amor que podía matar y podía desembocar en la
ineludible muerte.
La vida era corta y la pasión y el amor infinito y
despiadado
dominaba el mundo. Y la fe en la otra vida era una
creencia sagrada
e indiscutible.
Se mataba y se moría por amor. Incluso en las guerras,
la fe espoleaba
a las espadas y por ella se derramaba sangre. Por una
ciega,
sagrada e indubitable causa. Por un amor que no
importaba morir
matando.
Entonces, sí, las princesas podían perecer de amor o
desamor.
Y existían corazones bondadosos, apasionados y
entregados, y a la
vez personajes siniestros y malvados, de turbio
corazón.
Y lo eran con toda su intensidad y plenitud. Y cada
cual amaba
cómo era y así se mostraba al mundo y se comportaba,
sin doble
moral, hasta el fin de sus días.
No había puntos intermedios.
Espero que os guste. A mí me ha convencido y me ha
encantado
al escribirla…
El Autor
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Javier L. García Moreno
Nacido en
Cartagena (Murcia) en 1977
Residió
en la localidad cartagenera de La Palma hasta 2005. Actualmente reside en la
ciudad de Murcia
Licenciado
en Ciencias Económicas y Empresariales, por la Universidad de Murcia
Funcionario
Escritor
de poesía, relatos breves y novelas.
Obtuvo
numerosos premios literarios desde la infancia
En su
juventud fue finalista del Concurso Nacional de Periodismo de “Coca-Cola”,
entre otros premios.
Ha
obtenido reconocimientos y trofeos literarios en concursos organizados por
L’Ajuntaera y sus obras premiadas se han publicado en varias ediciones anuales
de “La Enza ”
Ha
colaborado en diversas antologías de poesía, microrrelatos y relatos breves
publicadas por distintas editoriales, como Editorial
Libros Mablaz, ACEN y Letras con Arte, entre otras.
En Mayo
de 2015 ha
publicado con la Editorial Libros Mablaz, su primera novela de intriga y
suspense, “El
Colgante”.
Tiene,
además, obras en formato digital disponibles en Amazon, como “Tres relatos” o “50 reflexiones sobre el amor” (esta última también publicada en
formato físico con la Editorial “Pasionporloslibros”, 2015), así como un
conjunto de relatos de diversos géneros, predominando el suspense y el género
negro y gótico, llamado “La Chica que sonreía”.
En
octubre de 2015, verá la luz su segunda novela, “El Príncipe de Lentiscar”, una
sorprendente y poética novela, de estilo romántico-medieval-gótico publicada
por la Editorial “El Fantasma de los
Sueños”.