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En
aquellos años, yo era una pequeña y no entendía muchas cosas que
sucedían a mi alrededor, veía a mi abuela que -de vez en cuando- subía a un
auto negro y lujoso y se alejaba saludando a su hija a través de la ventanilla…
Mi tía
sonreía y -ante mis ojos intrigados- decía: - “Fue a tomar el té con Madame
Lydis.” Me quedaba insatisfecha con la respuesta, pero no preguntaba nada más.
Con el
tiempo, fui sabiendo que:
Mi tía
era traductora de Madame Lydis cuyo nombre artístico era Mariette.
Que la
misma era pintora.
Que era
conocida internacionalmente.
Que
dibujó a mi tía, lo cual la puso muy contenta.
Que pintó
una cara de Cristo para la Iglesia de Inmigrantes en La Boca, Bs. As. Esa pintura es hermosa y expresa la tristeza y soledad del peor momento del hijo de Dios.
Recuerdo haberla visto solo una vez o dos y me pareció una viejecita simpática, de sonrisa dulce. Y, a mi
saber, la única persona con la que mi abuela se relacionaba y socializaba fuera
de la casa y que no pertenecía a la familia, además, muy eventualmente, de algún
vecino (portón por medio).
Conocía
sus dibujos porque mi tía tenía algunos, creo que eran bosquejos y dibujos a
lápiz. Las dos adorabamos a esos niños de ojos grandes que miraban la vida con inocencia... casi estupor.
Con el
tiempo, mi tía trajo algunos cuadros a nuestra casa. Ya había muerto la pintora
y yo había ido a vivir cerca de la Universidad, pero me gustaba verlos a la
entrada, cuando iba de visita a mi casa paterna.
Más adelante
me dí cuenta que, aunque le dijeran Madame, era austríaca y debió relacionarse
con los Ivulich y Vön Topar (mi abuela) por tener el mismo origen y rango.
Tía Elena (joven) dibujada por M Lydis |
Al
indagar más en su vida encontré dos cosas llamativas: la primera: solo vi una foto de ella, sólo una... y la segunda es que su madre se llama como una de mis mejores amigas en Buenos Aires… cosas de
la vida.
BIO:
Mariette Lydis (Marietta Ronsperger) (Viena,
24 de agosto de 1887 - Buenos Aires, 26 de abril de 1970) fue una pintora e
ilustradora austríaca que vivió en Argentina.
Dice la Wikipedia
Hija de Franz Ronsperger y Eugenia Fischer,
tuvo una hermana (Edith Ronsperger; 1880-1921) y un hermano, Richard Ronsperger
(1881-1932). Se educó en su Viena natal y se casó muy joven con el industrial
griego Jean Lydis estableciéndose en Atenas.
Se separa en 1924 de Lydis y comienza su
carrera artística profesional en Berlín, Florencia - reside en Fiesole durante
un tiempo -y finalmente París en el Salón de Otoño de 1925 donde conoce a
Massimo Bontempelli que la introduce en la sociedad parisina.
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Alcanza el éxito en las galerías de
Montparnasse, vive en París entre 1926 y 1939, año en el que sale de Francia
debido a la guerra rumbo a Londres con su amiga editora Erica Marx instalándose
en Winchcombe antes de partir hacia Argentina.
Expone con éxito en Londres, Bruselas,
Ámsterdam, Viena, Venecia, Ginebra, Nueva York, Montevideo y Buenos Aires,
adonde llega huyendo de la Segunda Guerra Mundial recién casada con el Conde
Giuseppe Govone que conoce en París en 1924.
Integra el grupo de artistas europeos que
desarrollan sus actividades en Buenos Aires, lejos de la contienda mundial,
como Margarita Wallmann, su gran amiga.
En un accidente su marido muere en Milán en
1948, la artista retorna a París brevemente para afincarse definitivamente en Buenos
Aires, donde llegó a ser muy conocida por su obra figurativa en su mayoría
retratos, desnudos y naturalezas de gran delicadeza y exquisitez.
Antes de morir dona sus obras al Museo
Sívori.1
Está enterrada en el Cementerio de la Recoleta
de la ciudad de Buenos Aires.
En el año 2004, el Museo del Dibujo y la
Ilustración de Buenos Aires, organiza la muestra Mujeres x Mujeres, Erotismo:
Tres Miradas, en el Museo Eduardo Sívori, en la cual se exponen 20 obras suyas,
acompañadas por otras tantas de Rebeca Guitelzon y Hemilce Saforcada.
En el año 2010 integra la muestra colectiva
Grandes Autores, Grandes Ilustradores con un grabado que sirvió de ilustración
para el libro Melancolía (Editorial Kraft, 1950 ) de Pedro Miguel Obligado.
Esta muestra se realiza en homenaje a la designación por parte de la UNESCO de
la Ciudad de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro durante 2011 y se
presenta en el Museo Eduardo
Sívori, en el Canal 7-La Televisión Pública y en
la 37a. Feria Internacional de Libro de Buenos Aires.
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Encontré
una nota sobre ella que reza así:
Sobre la artista
Mariette Lydis, artista austríaca nacida en
1887, adquirió notoriedad en Europa en el período de entreguerras,
especialmente por la ilustración de grandes obras de la literatura universal.
Autodidacta, orgullosa de no pertenecer a ninguna escuela estilística que le
quitase libertad de creación, se valió de distintos recursos que le fueron
afines a su propósito: indagar en la condición humana. El interés apasionado
por la humanidad, afirmó la artista, fue la base de su trabajo y por ello en
sus obras aparecen las guerras, el hambre, la locura, los distintos momentos de
la vida.
Desarrolló un estilo ecléctico, que muchas
veces respondió a la temática de la obra que debía que ilustrar. Adoptó un
estilo “decorativo oriental” en sus ilustraciones del Corán y del Jardín de los
Suplicios, y en la temática religiosa de sus pinturas y murales, reveló una
influencia de los artistas de los siglos XV y XVI a quienes ella admiraba.
Asimismo, especialmente en la década del sesenta, su obra contiene muchos
elementos que se pueden relacionar con el surrealismo. Sus pinturas son
reconocibles por su paleta de colores tierras y grises, la utilización de una
luz tenue y teatral, que genera un clima de misterio sobre las figuras, y de
animismo en objetos y naturalezas muertas.
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Adquirió la nacionalidad francesa en 1939,
país donde vivió desde 1924 hasta ese año. Tuvo gran éxito en las galerías
parisinas entre 1926 y 1930 con la serie que realizó sobre prostitutas,
lesbianas y niñas curiosas con sus cuerpos, figuras de mujeres de fuerte y
expresiva sensualidad. Del mismo modo lo tuvo con los retratos de niños de
mirada profunda y cautivante, y la serie de estudios de enfermos mentales, que
llevó a cabo a lo largo de toda su vida.
Al estallar la guerra, su marido el Conde
Giuseppe Govone debió regresar a su Italia natal. Sin embargo ella decidió no
seguirlo, con el recuerdo vivo del dolor y la angustia que experimentó al haber
sobrevivido a la Primera Guerra Mundial, se trasladó a Inglaterra donde se
embarcó en 1940 con destino a la Argentina, invitada por el marchand Muller.
Ese mismo año, se organizó una exitosa
exposición auspiciada por la Embajada de Francia en la Galería Argentina. Al
poco tiempo se instaló en un departamento sobre la calle Cerrito en el barrio
de Recoleta, que además de ser su vivienda, fue su taller y donde dictó sus
clases de dibujo. Vivió el resto de su vida en esa residencia y sólo volvió a
París por el lapso de dos años, cuando murió su marido.
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Se convirtió en una artista muy requerida por
la alta sociedad, que deseaba ser retratada por ella y adquirir sus creaciones.
Fue una personalidad popular, entrevistada por revistas de actualidad, en las
cuales tuvo oportunidad de expresar su gran pasión por la pintura y su fuerte
rutina de trabajo. Siempre expresó su amor por la Argentina, agradecida por la
generosidad y el buen recibimiento de su obra.
Un año antes de su
fallecimiento, en 1969, donó al Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori setenta
obras entre pinturas, dibujos y grabados, que según sus propias palabras, la acompañaron
durante toda su vida porque nunca quiso desprenderse de las mismas.
Además de
nuestro país, sus trabajos integran la colección del British Museum, la del
Castello Sforzesco, y de la Galería degli Uffizii, entre otras. (He aquí algunas imágenes de la colección)
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