Me encanta leer escritores que
más o menos jóvenes, más o menos nóveles, tienen esa escritura clara, precisa,
con un mensaje que dice lo que debe decir sin ambages ni metáforas. Como decían
en un tiempo: “Al pan: pan y al vino: vino.”
Estos escritores que menciono,
entre los que está Marcos Torrent, parecen tener influencia alemana o un léxico
adecuado a los textos enviados por el móvil (sin la jerga habitual). Me
recuerdan los telégrafos (de hace… tanto) en que se ahorraban palabras y se
usaban las más aclaratorias, las mejores.
Las dos historias que leí de
Torrent están muy bien armadas, tienen un claro principio retratando los
personajes en manera definida, un desarrollo con un final que, no por casi
sorpresivo, es menos lógico.
Torrent nos lleva de la mano con
amabilidad y destreza ya sea por el pasillo de una escuela como por los
vericuetos de la mente del personaje en cuestión.
Sus historias tocan temas muy
actuales como el “Asperger” el “bulling”, la frustración y su ira consecuente,
entre otros. Los que hemos enseñado en escuelas podemos identificarnos y
comprender varios de sus personajes, acompañarlos en su soledad o en las
injusticias, ya que estas tramas se dan en escuelas.
Agradezco a Marcos su confianza
al dejarme entrar en su literatura y por contestar mis preguntas, a
continuación, la entrevista con el autor:
¿Eres escritor de carrera o has
seguido alguna carrera?
Disfruto
del camino autodidacta. El más sano, en mi opinión, para cualquier
persona.
El actual
sistema educativo, por lo menos en Argentina, no hace más que ponernos límites.
Intentar obtener el mismo producto final, con distinta materia prima, puede
tornarse peligroso. Apagas la imaginación. El sentido común.
Veo
muchos padres enfadados. Aprender nunca será hermoso mientras existan cosas
como la literatura impuesta o la matemática sin aplicación. Normal la falta de
entusiasmo.
Me entristece pensar en lo bien que podrían
aprovecharse tantos años de estudio. Los increíbles jóvenes que obtendríamos
luego de cada etapa escolar. Necesitamos una educación más libre.
Hace tres
años, empecé una carrera universitaria. “Licenciatura en sistemas”. Informática. Programar, en mi opinión, puede
abrir mucho las cabezas. Estás, constantemente, estudiando todos los caminos
posibles ante una determinada situación. Te vuelves, bellamente, loco. Además,
por suerte, existe gran libertad al momento de desarrollar un sistema. Es como
narrar.
De
momento, por decisión propia, mis estudios académicos están en pausa. El
comportamiento impermisible que presentan, desde mi punto de vista, gran parte
de mis profesores, algunos con una “autoridad” casi incuestionable, me ha
dejado mucho que desear con el pasar de los años. Prefiero, actualmente,
manejar saberes informáticos también por vía autodidacta.
¿Desde qué edad escribes?
A los
doce años, aproximadamente, creé algunas historietas. Tenía un personaje
llamado “War” (“guerra” en ingles). Este “stickman”, hombre hecho con palitos,
era muy conflictivo. Granadas, cuchillos, bazucas y demás. Un “Chuck Norris”, o
“Rambo”, pero de trazos simples. Indestructible. Le
dediqué toda una saga. No sé donde estará.
En mis
catorce, escribí una diminuta historia de terror de la cual necesité,
solamente, la aprobación de mi madre para quedar satisfecho. A rasgos
psicológicos, seguramente, podríamos vincular el hecho con mí, en ese entonces,
regular desempeño escolar. Puede que haya existido una necesidad de generar
orgullo a fin de disminuir la culpa por mis malas notas.
Me
acerqué al mundo literario, como nunca antes, a la edad de diecinueve años.
Ganar un nobel se me hacía más fácil que escoger una carrera universitaria.
Terminé perdiendo el año.
Rápidamente,
el peso social, “deberías estar estudiando”, me hizo volver al texto. Compré
libros de lectura, busqué artículos en internet e intenté soportar la falta
universitaria con cursos de informática presenciales.
Mientras
sobrellevaba mi “año sabático”, cierto día, comenté con una amiga mi inquietud
por escribir una fría historia relacionada al ámbito escolar. La juvenil, y
detectivesca, serie televisiva “Teen Wolf”, junto con mis libros de “terror
psicológico”, en mi opinión, pudieron haberse fusionado para crear la idea de
la cual derivó “Cuando la amistad no importa”. 2013.
¿Vives de la literatura? O ¿Cuál
es tu ocupación?
Publiqué
mi libro, virtual y gratuitamente, por primera vez, en 2013. Luego, tres años
más tarde, decidí darlo de baja para comenzar a re-editarlo. Tenía algunos
errores, la narración era bastante superficial y poco se explotaba una historia
que daba para más. Por decir algo, a modo de ejemplificar un error, el supuesto
protagonista alemán se llamaba “Thomas”.
Edité las
líneas hasta alcanzar un alto nivel de conformidad. Mis ansias, está vez,
fueron mayores. Decidí publicar bajo la misma temática. Cualquiera, disponiendo
de internet, puede leer el texto. Por otro lado, amaría que existiese una
versión física, y encuadernada, de mi historia. Hecho que será posible si una
editorial me permite mantener la versión digital y gratuita. Cero barreras.
Actualmente,
me encuentro trabajando en un proyecto personal relacionado con el “diseño
gráfico” y el “community management” (creación y gestión, virtualmente, de una
marca). -
¿Cuándo decidiste que eras
escritor?
Catalogarse
como “escritor”, en mi opinión, es complicado. Valdría preguntarse qué es lo
que te hace “merecedor” de tal título. Algunos lo abordarán, únicamente, por la
acción de escribir, otros por generar contenido acorde a ciertas reglas y/o
complejidad, cantidad de años en el oficio, nivel de constancia, número de
textos creados, etc. Yo, actualmente, haciendo un “merge” (una fusión de
cosas), no me considero un “escritor”.
¿Quién te ha influido en tu vida
literaria?
La
primera vez que fui a una librería, por “pseudo - decisión propia”, tuve el
agrado de ser atendido por “Pablo”. Vendedor que, basándose en mis intereses,
decidió recomendarme una obra titulada “El experimento”. Texto creado por
“Sebastian Fitzek”. “Terror psicológico”.
Sentí que “Pablo”, lector de dicho libro, elogió al escrito con
sinceridad. Primera compra.
Con el
tiempo, decidí sumar otros “fríos” autores. Entre ellos, “John Verdon”, “Stephen King”, “Aaron
Elkins”, “Truman Capote”, “Dylan Jones” y “John Katzenbach”. Algunos,
“psicópatas” que, afortunadamente, optaron por escribir.
También tengo libros de “J.K Rowling”, “Edgar Allan Poe”, “John Grisham” y “Norma Huidobro”.
También tengo libros de “J.K Rowling”, “Edgar Allan Poe”, “John Grisham” y “Norma Huidobro”.
Todo
influye. Cada texto.
¿Qué temas son tus preferidos? Y ¿cuáles
géneros has incursionado?
Siento un
atractivo por el “suspenso”. Más, cuando éste se relaciona con el “terror
psicológico” y/o el género “policial”. Películas como “Hush” (Mike Flanagan),
“Would you rather” (David Guy Levy), “El silencio de los corderos” (Jonathan
Demme), “Hannibal” (Ridley Scott) y “Hannibal. El origen del mal” (Peter Webber),
pueden brindar horas muy interesantes.
De
momento, me siento cómodo pensando dentro de estos géneros. Juegan mucho con la
psicología. La mente humana. Lugar donde se descubre el porqué de casi todos
los actos. Maldad y bondad. Conceptos que pueden crearse. Venimos al mundo como
“hojas en blanco”. Experiencias definirán gran parte de nosotros. Ahí está lo
interesante. La historia detrás del hecho.
¿Qué es lo próximo que te
gustaría escribir?
Actualmente,
no tengo ideas que me quiten el sueño. Preferiría re-editar algunas historias
también de mi autoría. Pulirlas. Sería, en mi opinión, lo más sano.
La
primera mano de pintura no es suficiente para lucir una pared. Siempre quedarán
errores. Lo bello está, dentro de las capacidades de uno, en dejar los menos
posibles.
¿Te sentiste diferente, bien, o como, después
de publicar por primera vez?
Me sentí
genial. Amo compartir cosas con el mundo. Más cuando hay un bello mensaje detrás.
Arriesgué la retribución monetaria a fin de aumentar la cantidad de público.
Quité barreras.
Me ha
leído una habitante de Portugal que es oriunda de Chile. Dudo haber dado con
ella mediante un sello editorial. Gasto menos viajando en “clase turista”. Da
para más vuelos.
¿Qué le dirías a alguien que
quiere publicar su primer libro?
A nivel
escritura, hay que poner muchas cosas sobre la mesa. Distintas oraciones pueden
explicar lo mismo. Sin embargo, impactará mejor la que posea una construcción
más “profunda”.
Dentro de
la edificación, uno debe cuidar la ortografía. Combinaciones, por buenas que
parezcan, nada serán si éstas carecen de su debida acentuación. “Microsoft
Word” puede ser muy útil.
Utilizar,
en exceso, palabras inusuales puede cansar al lector. Pasarán más tiempo
leyendo el diccionario que tu historia. Trata bien sus bellos cerebros. Enseña
con cuidado. Que lo disfruten. Escribe, en primera pasada, lo mejor que puedas.
Tendrás, a futuro, menos errores que corregir. Diviértete. Trabajas en la
creación de un mundo. Pura libertad.
con sus hermanas |
Una vez
termines, investiga cómo obtener “Derechos de autor”. Protege tu escrito aun
éste siendo gratuito. Podrían, legalmente, quitártelo. Incluso, querer cobrar
por él. Ahórrate disgustos. Existen organismos, en cada país, donde puedes
registrar tus obras. También, al menos virtualmente, sitios donde solicitar un
registro a nivel internacional. Ambos trámites son importantes.
¿Te gustan: los animales, los deportes, la música? ¿Cuáles?
Todos los
animales son increíbles. Peor sería el mundo sin ellos.
Existen comportamientos que suelen fascinarme. Osos, por ejemplo, jugando
con humanos. Quisiera saber cuánto, en verdad, tenemos de distinto. Tal vez se
tenga más amigos.
También, creo yo, las divisiones territoriales deberían ser más justas.
Les han quitado mucho.
Deportivamente,
me aburre el papel de espectador. Disfruto, casi únicamente, estar en el juego.
Fútbol, básquet, “paddle” y/o vóley. He soltado buenas risas. Todo sea por
divertirse.
El
ambiente competitivo me incomoda. Ganar, como perder, es más agradable habiendo
disfrutado del juego. Además, las dotes de cada uno se muestran mejor a falta
de presión.
A nivel
musical, gozo de muchos géneros. Encasillarte no hace más que esconderte
placeres. Compraría, por ejemplo, un “CD” con canciones, entremezcladas, de
“rock”, “reggaetón”, “clásico”, “rap” y “pop”. Basta de prejuicios. También
puedo jugar a bailar “electrónica”.
¿Qué lugar del mundo prefiere
para vivir?
Nunca he
salido de Argentina. Poco de Buenos Aires. Rumores existen de una vida más
tranquila sobre otras provincias de mi tierra. Lindo sería nutrirme de
experiencias. Conocer.
Mundialmente
hablando, aceptaría cualquier país que trate mejor la vida de sus ciudadanos.
Necesitamos una real aristocracia no hereditaria. Gente sobresaliente por su
sabiduría y nobleza.
Si tuvieras que comenzar de
nuevo, ¿qué cambiarías?
Si
hablamos de volver el tiempo atrás, nada cambiaría. He ganado gran experiencia
tal cual se hicieron las cosas. La clave siempre está en aprender de cada paso
dado sin importar su dirección. Aciertos, junto a errores, marcarán nuestro
camino.
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