Patsy Pérez Lorusso |
Patsy
escribe desde su amor filial, desde su soledad y desde su humanidad reflejada
en la poesía.
Patsy es una mujer refinada y culta, de ese tipo de señoras con las que una se encuentra en una tetería (por ej.) y se le va la tarde conversando.
Patsy es una mujer refinada y culta, de ese tipo de señoras con las que una se encuentra en una tetería (por ej.) y se le va la tarde conversando.
Ella no tiene grandes pretensiones ni se cree una premio nobel. Escribe desde pequeña, siguiendo los pasos de su madre quien llenaba libretas y luego a sus autores preferidos: Alfonsina Storni, Gabriela Mistral Leopoldo Lugones y Francisco Luis Bernaldez.
De esa forma logra que su círculo
familiar, amistoso y alguien más si cupiere, la conozca a través de las letras.
Escribe
como memorial de lo que la vida y esas lecciones que uno no pide pero llegan,
le han dejado como cicatrices y como aprendizajes a pesar de todo, se refugia
en sus letras y sus estrellas, abrigándose con las páginas de su poemario:
“La noche acentúa el silencio mío
brindando un destello que llamo sosiego
dialogo con ella hasta el momento justo
en que el sueño profundo abriga mi ser.”
CUENTOS |
PREGUNTAS: Qué te lleva a escribir, te sientes escritora? Quién te ha influenciado en tu camino literario?
RESPUESTAS: El hecho de presentarme en el concurso fue porque una alumna leyó un poema y me incentivó a hacerlo. Por eso lo hice, claro está que tengo que concurrir a talleres porque escribo desde el corazón sin estudio académico, sólo soy profesora de inglés.
Por eso en el primer libro "Reflejos de mi Alma" escribí los poemas que hacía en la infancia (desde una niña hacia otros niños). Además siempre me ha fascinado la historia de mi tio abuelo ARTURO LORUSSO quien escribrio el libreto de la película "Fuego en la Montaña" y "Mandinga en la sierra" y letras de canciones como: "Mamá, llevame pal pueblo".
Esta nota es para dar testimonio de que: entre las amistades de las redes sociales, hay voces diáfanas, serenas, con la única altivez de ser 'humanas y sensibles'.
Gracias
por tu amistad poética Patsy. Larga vida a tu creatividad y talento.
Mónica Ivulich
D.R.2015Spain
BIOGRAFIA
Patsy Pérez Lorusso
nació en Buenos Aires el 23 de Noviembre de 1949.
Trabajó como secretaria
bilingüe en dos compañías multinacionales donde afirmó su pasión por el idioma
inglés y afianzó, al mismo tiempo, su amor por la poesía, que desde la infancia
escribía.
Salió finalista de XVI
Certamen Internacional de poesía y cuento otorgado por la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE).
Escribió dos libros "Reflejos de mi alma" (2012) y
" Mi camino" (2014).
Actualmente es profesora particular de inglés de alumnos
libres, especializada en exámenes internacionales de la Universidad de
Cambridge, Inglaterra.
mail: patsy_perez@yahoo.com
Selección de POESÍAS de Patsy (Patricia Leonor) Pérez Lorusso
MI
CAMINO
Camino bajo el
sol y miro al cielo
tratando de
encontrar algún consuelo,
viviendo cada
instante como el último.
Me acompaña el
viento
Mientras pasa el
tiempo
en mi andar,
susurra en mis
oídos
cual estrella
fugaz.
No me detengo,
sigo el sendero
tratando de
arribar primero,
Alguien me dice:
te espero…
Las aves me
acunan en mi viaje
trinando me
muestran el paisaje.
Todo es paz y
calma
Solo se oye mi
corazón latir
de regocijo…
prosigo a la meta
buscando la luz
de la esperanza.
Permanezco en la
fe
de obtener el
amor perdido
y en la añoranza
descubro,
finalmente, que
amando
en el silencio,
sé que vivo.
Contratapa |
ME
QUEDO SOLA
Me
quedo sola, no importa…
Me acompañan mis flores, mis
recuerdos
Las voces de los que han partido
El canto del zorzal mañanero
Susurrando a mis oídos.
Me
quedo sola, no importa…
No es mi tiempo todavía,
Tengo que escribir poemas,
soñar de día…
y proseguir el camino de la vida.
Me
quedo sola, no importa…
Sé que Jesús está conmigo
Siento su mano, veo su luz
Me dará siempre su abrigo
Enjugará mi llanto y será mi
alivio.
Me
quedo sola, no importa…
Seré fuerte como el robledal
Pasaré las pruebas una vez mas
Con la frente alta sin mirar
atrás
Oh Dios mío, guíame en mi
soledad!
Me
quedo sola, no importa…
Cuando la tristeza me aceche
Y la angustia sea mi enemiga
“siempre pudiste!, hija mía”.
Me
quedo sola, no importa…
Solo importa que en lo sola,
Aprenda a vivir conmigo
Para poder finalmente
Aunque el dolor me duela, decir:
VIVO!
LAS
MANOS DE MI MADRE
Las manos de mi
madre
Parecen las mías
Se deslizan por
mi rostro
Como si
estuvieran vivas.
A veces
temblorosas
Esbozan un
retrato
Que luego cobra
vida
De tanta
perfección.
Ellas
danzan melodías
De costuras o
bordados
Y pasean
sigilosas
Desplegando amor.
Sus dedos tan
finos
Y tan
articulados
Son como
mariposas
Volando bajo el
sol.
Las manos de mi
madre
Francas,
sutiles, benditas
Aún en los
inviernos
Sentía su calor.
Rosadas y tersas
Qué manos Señor!
Las manos de mi
madre
Caricias de
Dios.
LA CASA FLORIDA
Cuando
andes por la vida recorriendo sitios
y
sientas la nostalgia de aquellos veranos,
veras
una casa sencilla y florida
por
entre las tantas que encuentres erguidas
ésa,
especialmente se mantuvo viva
a
pesar del tiempo que azotó sus días.
La
puerta está abierta si acaso eligieras
en
ella dormir, si pasas enfrente
vuelve
tu mirada, recrea tus ojos
antes
de seguir. Sus paredes firmes
albergan,
contienen, anidan y escuchan
guardan
los secretos del alma mas profundos
flores
por doquier enmarcan sus muros,
Está
en la otra calle doblando la esquina,
será
su perfume quien sirva de guía.
Próximo
destino: la casa florida.
EL
NIDO
Dejaste tu nido
Cual pájaro herido
Abriste tus alas
Hacia un horizonte de luz
encendido.
Sol, tormenta, nubes
Vientos cruzados,
Cálida brisa o lluvia silenciosa
Acompañan tu vuelo demorado.
Sobre el ancho mar,
Sobre prados y cerros nevados
Las flores de la llanura
Acunan tu libre hogar.
Surcarás los cielos
Sin mirar atrás
Beberás del agua
Fresca del manantial.
Mas, cuando la niebla te aceche
Oh! Mi ave amada
Vuelve a tu nido vacío
Y trae contigo tu soledad.
Hasta que tu aleteo sea mas lento
Y ancles en tu nido cansado de
volar
sentirás entonces en ese reparo
un lecho mullido de libertad.
DE
PASEOS
De
tantos paseos
y
tantas sonatas
aprendí
que todo
en
la vida, pasa.
Pasan
las horas y las estaciones,
los
días, las noches; cuántas emociones
recorren
la ruta de nuestros andares!
Sellando
los pasos en cada lugar.
De
tantos paseos
semillas
sembradas,
aprendí
que a veces
el
fruto no emana.
Sólo
cuando el agua
sacia
sus raíces,
brotan
fuertes ramas
que
crecen perennes hasta el mismo Sol.
De
tantos paseos
de
tanta nostalgia,
se
aprende que el fuego
depura
tu alma.
De
cada dolor vivido
Nace
una nueva esperanza
que
nos hace replantear
el
camino recorrido.
De
tantos paseos
mi
sonrisa estalla,
satisfecha
y plena
triunfante
batalla!
EL SILENCIO DE
LA SOLEDAD
Me
veo escuchando el tic tac del reloj
pasando
las horas en cada rincón,
aroma
de lirios inundan mi ser
perfumando
todo hasta el amanecer.
El
sol se levanta y toma mi mano
guiando
mis pasos hasta ese lugar
donde
un brebaje tibio acompaña mi andar,
es
la madrugada, es el despertar.
Las
tardes lluviosas de mi soledad
me
dan el alivio y me dan la paz,
gotas
golpeteando ventanas y muros
transforman
el paisaje que el silencio da.
La
noche acentúa el silencio mío
brindando
un destello que llamo sosiego
dialogo
con ella hasta el momento justo
en
que el sueño profundo abriga mi ser.
Entonces
comprendo que no hay soledad,
Él
nos acompaña, levanta nuestra cruz
esa
que sentimos tan pesada e injusta
no
es más que un sendero que va hacia la Luz.
Muy buenos escritos.
ResponderEliminarmuchas gracias!
EliminarGracias por tu presencia Jorge
Eliminarque emocion patri mucha mucha suerte besossssssssssssss
ResponderEliminarmuchas gracias!!
Eliminar